Mitigación del cambio climático: tomátela como un "challenge"

21 | 02 | 22
| Consejos para ti
  • efener

1. Cambio climático y puesta en marcha de una economía neutra en carbono

Ciudadanos, científicos, empresas e instituciones luchamos para impedir que la temperatura suba 1,5 grados respecto a 1880 (primer año con registros de temperatura fiables y regulares).  

¿Cómo se consigue limitar el ascenso de las temperaturas? Emitiendo la misma cantidad de dióxido de carbono (en adelante CO2) a la atmósfera de la que se retira.  Es decir, alcanzando un balance de cero emisiones netas.

La transición energética requiere tecnología cara y proyectos rompedores que no siempre serán exitosos. Para compensar el riesgo inherente a esta "revolución energética" la Unión Europea, a través de los Fondos Next Generation, está comprometida con financiarla dando un horizonte de rentabilidad. Por ello cada vez más inversores individuales de distinto perfil y gestores de fondos de inversión piensan en involucrarse. 

Es esencial puntualizar que lo anterior se refiere a edificar a gran escala una economía neutra en carbono. Aquí nos referimos a poner en marcha un parque eólico o fotovoltaico, no únicamente a instalar energía solar en una comunidad de propietarios. Esto último, lo explican Finques Feliu, Adymus y Movinhood en el webinar: "Energía solar y ahorro energético en casa" al que puedes acceder aquí.   

Dado que la razón de ser de alguien que invierte es obtener beneficios y no hacer obras de filantropía que fondos privados impulsen energías limpias y renovables es el mejor aval para creer en su rentabilidad.

Por otra parte, nunca debe olvidarse que inmobiliario y construcción somos claves ante el calentamiento global.

2. Conozcamos qué es el efecto invernadero y cuáles son los gases que lo provocan

2.1 ¿En qué consiste el efecto invernadero?

El efecto invernadero, según ilustra Oxfam se produce cuando: “la energía solar recibida de la radiación solar natural no puede volver al espacio los gases de efecto invernadero” (en adelante GEI). 

2.2 Más allá del dióxido de carbono: lista completa de GEI

“a) Vapor de agua: es natural, a más calor más evaporación, por tanto, más vapor de agua en la atmosfera.

b) Dióxido de carbono (CO2): es el principal responsable del efecto invernadero. Nace del uso de combustibles fósiles en la industria y medios de transporte.

c) Metano (CH4): su origen se encuentra en las fermentaciones producidas por bacterias.

d) Óxido nitroso (N2O): provocado por el empleo de fertilizantes nitrogenados en la agricultura intensiva.

e) Los clorofluorocarbonos (CFC): son compuestos con múltiples aplicaciones: sistemas de refrigeración, componentes de aerosoles, producción de aluminio y aislantes eléctricos etc.”.

f) El ozono troposférico (O3): Originado por la quema de fuentes de energía.

Fuente: Fundación acquae

3. Emisiones de GEI directamente atribuibles a la construcción de la vivienda y a ella una vez levantada

En la economía general:”dos tercios del total mundial de emisiones de GEI están vinculadas al modo en que se produce y usa la energía”. Fuente: Agencia Internacional de la Energía.

En el titular mencionamos la construcción de la vivienda como generadora de emisiones y, es que “el acero y el cemento son responsables del 31% de las emisiones globales de GEI”. Fuente:“Cómo evitar un desastre climático”.

Desde que estrenamos una casa pasiva  nuestras emisiones se reducen casi a cero. Sin embargo, la edificación es un proceso que empieza desde los cimientos en su transcurso lo cierto es que se emiten GEI. ¿Entonces debemos renunciar a las passivhaus? En absoluto.

Una vez levantada una vivienda, que no sea pasiva, emite gases de efecto invernadero debido a que consume energía, por ejemplo, al pulsar un interruptor, encender la calefacción, la televisión o los electrodomésticos.

En el caso concreto de la vivienda al nexo entre energía y emisiones se añade que un 75%  de los edificios en la Unión Europea son ineficientes. España no es una alumna ejemplar: la calificación media de las viviendas es “E” (la peor calificación es “G”) a eso hay que sumarle que el parque de viviendas y locales emite 29.000 toneladas de GEI.

4. ¿Cómo puedo luchar contra el calentamiento global desde casa?

Es posible que con lo que has leído pienses que tu contribución a la lucha contra el cambio climático tendrá un impacto imperceptible.

A fin de cuentas dirás: “no soy ni empresa ni gobierno, tampoco formo parte del sector inmobiliario y, aún menos, de un fondo de inversión”. Nada más lejos de la realidad la lucha contra el cambio climático comienza en casa.

A continuación te hacemos llegar diez consejos prácticos que, sin casi esfuerzo y con poco coste puedes realizar sin salir de casa.

1. Calienta y utiliza el agua con mesura: cada grado adicional supone un 7% adicional de energía gastada. No dejes el grifo abierto mientras te duchas o te lavas los dientes, aprovecha el agua fría para el WC, el agua de cocción para regar. También importa reparar rápidamente un grifo que gotea.

2. Recicla y reutiliza todo lo que puedas: separa la basura según cada tipo y dale una segunda vida a ropa y calzado. Conoce dónde están los puntos verdes para que traten los residuos correctamente no olvides imprimir documentos a dos caras. 

3. Ordena los alimentos en la nevera: te ponemos este enlace donde varios chefs indican cómo minimizar el gasto de energía en la nevera y, de paso, favorecer la conservación de la comida.

4. Compra con tus propias bolsas reutilizables: esto te permitirá consumir menos plástico.

5. Prescinde de comprar carne envasada: las bandejas de porexpán no pueden reciclarse y son muy nocivas para el planeta.

6. Apaga luces y desconecta electrodomésticos para que no queden en stand-by: el consumo fantasma puede ser hasta el 15% de la factura eléctrica.

7. No usar desodorantes, productos de limpieza, cosmética o pinturas que no respeten el medioambiente: antes hemos hablado de los clorofluorocarbonos (CFC) estos se difunden mediante los aerosoles.

8. Renuncia a botellas de plástico o PVC: estas alturas quién más quien menos ha oído que “en 2050 en los mares habrá más plástico que peces”. Para salvaguardar el agua -y, nuestra sangre de microplásticos- elimina su compra y la de cualquiera de sus derivados.

9. Reequilibra tus opciones de consumo: que te traigan a casa un producto que has encargado por Internet es genial... Si no fuese porque el embalaje de los bienes tiene mucho impacto medioambiental (que se maximiza en caso de devolución del objeto comprado). En cambio, desde un punto de vista ecológico, apostar por el comercio justo supone conocer la trazabilidad e impacto de la producción y distribución del bien en cuestión.  

10. Elige smartphone con criterios ecológicos: hoy ensamblar un teléfono inteligente no es ecológico - es muy posible que nunca llegue a serlo-. Ahora bien, la producción de los diversos modelos tiene un impacto diferente en el medioambiente. En este momento entra en juego el "ecorating" te recomendamos usar este sistema de puntuación de la fabricación del smartphone. 

¡Necesitamos a todo el mundo en esta carrera de fondo!.