¿Influyen los estados de ánimo en tener un mayor riesgo de accidente en casa?

24 | 01 | 22
| Consejos para ti
  • Suelo Mojado

Con este texto pretendemos que, de manera autónoma, puedas luchar contra el riesgo. Por eso te proporcionamos herramientas prácticas como el ejercicio del apéndice c) del tercer apartado

1. Introducción: la "buena vida" y el vínculo de Finques Feliu con este concepto

El concepto de "buena vida" en palabras del filósofo alemán Hartmut Rosa significa: "sentirse vivos y bien, conectados de una manera receptiva con nosotros mismos, con la naturaleza, el trabajo, nuestra familia, etc". 

En Finques Feliu comercializamos inmuebles como este en la calle Muntaner. ¡Aspiramos a hacer nuestro trabajo con alma!

Esto requiere comprender que no estamos, vendiendo o alquilando un producto inmobiliario "más". No, para nuestro cliente/a, estamos hablando de "su domicilio". Por esta razón reivindicamos nuestro vínculo con tu realización de la "buena vida".

2. Los factores psico-sociales: aceleradores de accidentes

Si se cree que los accidentes son totalmente fortuitos sugerir una relación entre estado de ánimo y accidentes, como hace el título del texto, no tiene ningún sentido. En cambio, si afirmamos que quién lleva una buena vida, en el sentido empleado por Hartmut Rosa, tiene menos riesgo de sufrir accidentes esto, probablemente, te parezca mucho más plausible. La razón es sencilla: la pregunta que titula este texto es poco abordada fuera de la psicología.

Como veremos, los llamados factores psico-sociales aumentan el riesgo de accidente.¿Qué entendemos por factor psico-social? Son aquellos que desencadenan reacciones adversas en nuestra mente. Por ejemplo: estrés, carga mental, fatiga mental o irritabilidad.

Del mismo modo, haber adoptado decisiones meditadas a escala individual o colectiva ayuda a proteger nuestra salud y la de las otras personas.

3.  Rebajar el riesgo de accidente: lucha constante y posible 

a) Antes de cruzar el umbral de casa: la importancia de la cohesión vecinal 

Proponemos una pregunta: ¿Es nuestro hogar el primer lugar donde entramos desde la calle? Depende. En un edificio de viviendas urbano la respuesta es no, en cambio, en una casa de planta y piso rural la contestación será afirmativa. 

Una inmensa mayoría de edificios de viviendas es de propiedad horizontal. Es decir, en ellos conviven algunos elementos comunes, "co-propiedad" de todo/a propietario/a,  la zona comunitaria o el pasillo de entrada, con otras de privativos como son nuestros hogares.

El hecho que la propiedad horizontal sea mayoritaria importa mucho a la hora de prevenir accidentes porque obliga a que la prevención de desgracias implique cuidar la convivencia en la Comunidad de Propietarios/as.

Con este objetivo hay que poner mucha cuidado en "construir comunidad", es decir, en conocer y cohesionar a todas las personas que viven en nuestro edificio. Esto supone hacer un gran paso hacia nuestra seguridad física.

¿Te cuesta atisbar el vínculo entre cohesión social y seguridad física? Con un ejemplo práctico se ve muy mejor.

En 2020 Finques Feliu firmó un artículo en el blog de Prevent, en él explicábamos cómo pedir una reforma en la Comunidad de Propietarios orientada a mejorar la accesibilidad.

La petición de reformas señalada será más sencilla cuando los copropietarios se conozcan, o tengan un mínimo de empatía. Desafortunadamente, no siempre nos ponemos en la piel ajena. En estas ocasiones son, por un lado,  la capacidad de hacer de árbitro del administrador/a de fincas y, de la otra, la aplicación coercitiva de la ley  (al hacer obligatoria una reforma de accesibilidad). Los dos factores llamados pueden desbloquear la situación. 

En el mismo sentido, en una comunidad cohesionada es mucho más posible que todo el mundo respete los avisos que se cuelguen. No somos ingenuos/as el problema no desaparecerá casi nunca, pero disminuirá y, en todo caso, la seguridad física es un ámbito donde cooperar siempre es el camino.  

A continuación ponemos dos ejemplos pequeñas actuaciones, que representan grandes cambios de actitud social, pueden disminuir bastante el riesgo de accidente:

- En la entrada de la calle había un peldaño. Desde hace un tiempo la Comunidad de Propietarios acordó la construcción de una rampa que salva el desnivel.

- Los trabajadores/as de la limpieza ahora están concienciados que siempre tienen que poner una indicación que diga "peligro: suelo mojado" (como en la foto que ilustra este texto).

b) Una vez hemos traspasado el umbral de casa: los accidentes al hogar

Cuando cerramos la puerta el autoconocimiento individual adopta mucha más relevancia que el factor colectivo.

Será a partir de la suma entre autoconocimiento racional y percepción de nuestro entorno la que nos permitirá establecer dos estrategias paralelas:

c) Ejercicio práctico real: detección y erradicación de riesgos

- Identificación de los peligros en casa

- Solución de los peligros detectados en el primer punto

A continuación te ponemos un ejemplo:

Peligro identificado a casa: poca iluminación de un pasillo interior.

Solución a adoptar: comprar una bombilla de tipo led para iluminar el tramo identificado como oscuro, es decir, como peligroso.

¡Ahora te toca a ti! Te animamos a hacer el ejercicio adaptado a cómo es tu casa.

3. Epílogo: vivir es un riesgo

Por desgracia hay siniestros donde, más allá de estar entrenados para afrontarlos, como seres humanos individuales podemos hacer poco más que huir cuando se desencadenan.

Por eso queremos acabar nuestro texto alertando, en general, de la vulnerabilidad inherente al ser humano y, en concreto, poniendo el foco en las medidas a adoptar frente a un incendio.

Tenemos buenas noticias: ya en 2016 explicábamos las medidas a tomar ante un incendio consumado y en 2018, en un artículo gemelo, tratábamos: todo lo que tienes que saber sobre la evacuación de edificios.

Comparte este escrito y regala así mucha más seguridad a familiares y amigos.